#nosgustapakistan Pakistán espera que la necesidad política modere la retórica hostil de Modi

Fuente La Vanguardia

Islamabad, 16 may (EFE).- Pakistán observa con desconfianza el ascenso al poder en la India de Narendra Modi, aunque analistas locales esperan que su retórica nacionalista y antipaquistaní no se traduzca en cambios inmediatos de la política exterior india.
En los últimos meses, ante la ventaja que iba adquiriendo el líder de Bharatiya Janata Party (BJP) en la carrera electoral, los medios locales han insistido en la vertiente más hostil de Modi y se han hecho amplio eco de los recelos internacionales sobre su figura.
«El ascenso de Modi al poder es visto con mucha preocupación. Su fama de antimusulmán y extremista inquieta a los paquistaníes. A la vez, confirma el estereotipo sobre la India y los indios», manifestó hace unos días el reputado analista Razá Rumi al diario local Dawn.
Sin embargo, numerosas voces advierten de que las diatribas de Modi y su pasado como militante de grupos radicales hinduístas no tiene porqué traducirse automáticamente en decisiones políticas una vez que el BJP ocupe de nuevo el Gobierno indio.
«Seguro que nada va a cambiar de forma sustantiva en los próximos seis u ocho meses», afirmó hoy tajante a Efe Salmán Zaidí, subdirector de uno de los principales centros de análisis en Pakistán, el Jinnah Institute.
«No creo que el cambio de Gobierno afecte tanto como se teme», secundó Mahwish Hafiz, integrante del Instituto de Estudio Estratégico de Islamabad (ISSI), centro próximo a las posturas oficiales paquistaníes.
«La política de Nueva Delhi tiene sus propias dinámicas y una cosa es la campaña y otra muy diferente el momento de llevar adelante políticas reales», abundó Zaidí, que no niega sin embargo la inquietud que genera la figura de Modi.
«No me gusta él y me resultan muy chocantes algunas de sus declaraciones contra Pakistán. Está muy lejos de otras figuras de su partido, como (Atal Bihari) Vajpayee», aseguró Zaidí en referencia a quien fue primer ministro por el BJP entre 1998 y 2004.
Precisamente, los avances en la relación bilateral durante el mandato de Vajpayee es vista por numerosos analistas como contrapeso para la desconfianza que genera Modi.
«Visto el precedente del anterior Gobierno del BJP, para Pakistán puede ser más ‘fácil’ manejar las relaciones con la India con un Gobierno fuerte de derechas que no esté a la defensiva con respecto a la política sobre Pakistán», manifestó el fin de semana al Dawn la exdiplomática local Madiha Lodhi.
«En realidad, con el BJP se lograron los mayores avances (en la relación bilateral)», apuntó hoy la analista Mahwish Hafiz, que, sin embargo, no prevé grandes decisiones en los asuntos que más irritan en Islamabad y Nueva Delhi.
Uno de ellos, si no el que más, es la disputa por Cachemira, que se ha convertido en asunto central de la rivalidad entre la India y Pakistán, y ha desencadenado dos guerras y otros conflictos menores entre los vecinos surgidos de la descolonización británica en 1947.
A instancias de Modi, el BJP introdujo en su programa la revisión del artículo de la Constitución india que garantiza la autonomía de la porción de Cachemira bajo control de Nueva Delhi, algo que levanta ampollas con solo ser mencionado.
«La Cachemira ocupada por la India ha vuelto a niveles altos de tensión en los últimos meses y no creo que al Gobierno indio le interese excitar aún más los ánimos», alertó Salmán Zaidí, que recordó el efecto punzante que tendría en la población paquistaní cualquier movimiento en ese sentido.
«Hay que ver si la declaración sobre Cachemira, como la de revisar la doctrina india de no iniciar un conflicto nuclear, son solo palabras de campaña o serán realmente implementadas», advirtió Hafiz, que no augura grandes sobresaltos en las atribuladas relaciones entre los vecinos.
«Lo más probable es que no vayamos ni para atrás ni para adelante», vaticinó la analista, que aseguró no esperar durante la próxima legislatura «ninguna resolución» en los grandes asuntos pendientes.
La mayoría de analistas siguen viendo la necesaria recuperación económica como un acicate que puede acercar los intereses de los rivales regionales, ya que tanto Modi como su homólogo paquistaní, el conservador Nawaz Sharif, han llegado al poder con un programa centrado en cuestiones económicas.
«El comercio bilateral, muy beneficioso para ambos, es una avenida muy ancha en la que se pueden encontrar», describió Salmán Zaidí.

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